Imágenes de un éxtasis utópico
idueu
2024
La obra consiste en dos piezas de metal: unos floreros que se colocan en la pierna y un porta velas con un cristal hecho de partes de vidrio roto, que se agarra al brazo. Las piezas están acompañadas de fotografías impresas y videos con fragmentos de textos de diversos autores que inspiraron la instalación.
El proyecto surge dentro de la materia Taller de técnicas y procesos de materiales. Gran parte del desarrollo de la instalación consistió en preguntarme en varias instancias porque quería hacer estas piezas, ¿qué me motivaba a hacerlo?. A lo largo de las semanas y luego de retomar lecturas como Utopía Queer y El cultivo de los gestos fui revalorizando las piezas y pensándolas como parte de un altar. Entonces: ¿por qué un altar en el cuerpo? Diría que se trata más bien de convertir el cuerpo en un altar.
Cuando pienso en un altar lo primero que se me viene a la mente es el momento en que se hacen ofrendas a una deidad. Un momento íntimo donde se ponen en juego deseos e imaginarios de un futuro.
Pensar al cuerpo como altar es encontrar ese momento de intimidad y de entrega desde el interior. La entrega entonces deja de ser material y se vuelve gestual. Buscar la realización de los deseos desde los gestos, la cotidianidad, los afectos. Esto implica una puesta en valor de las micro-acciones que buscan un cuidado de nosotres mismes y de les demás.
Una utopía de cuerpos-altares conectados por una trama de gestualidades y sensibilidades que buscan un bienestar común.